San Luis Potosí capital
Hablemos de datos.
Al llegar a San Luis Potosí completamos los 545,2 km viajando únicamente de ride. Con apenas 13días de viaje ya habíamos visitado 8 lugares, 3 estados, 2 pueblos mágicos y 1 de las 13 maravillas naturales de México. Nada mal ¿cierto?
Nuestro viaje se retoma caminando a las afueras de Río Verde. Permanecíamos contentos por la grata experiencia que habíamos tenido en esa ciudad y emocionados por lo que se presentara en el camino, nos dispusimos a visitar la capital. El primer obstáculo, una pareja pidiendo ride. Eso significaba que debíamos avanzar —al menos— otros 500 metros. Caminamos. Segundo obstáculo, 5 jóvenes pidiendo ride de manera desordenada y caótica. Caminamos. Tercer obstáculo, dos personas más pidiendo ride y 2 más sentadas en la sombra. ¿Pero que pasa el día de hoy? ¿Es que acaso es el día del mochilero o algo así? me pregunté. Podría parecer que me molesta, pero no es así, tan solo contemplo las opciones y que haya tantas personas esperando un ride limita mucho nuestras probabilidades.
Caminando y del otro lado de la carretera, pudimos ver un cuartel militar. Apuramos el paso y por más que quisimos pasar desapercibidos, nos llamaron. Era nuestro primer contacto con los militares. 4 o 5 militares veían pasar la vida por una pequeña ventana y al estar aburridos —supongo— nos llamaron. Preguntas y más preguntas. ¿Como te llamas? ¿A donde van? ¿Qué es un mochilero? ¿Que comen? ¿Se bañan? ¿Y si los matan? Ahí confirmamos que estaban aburridos. Tras media hora perdida, nos desearon buena suerte y seguimos.Varios kilómetros encontramos una buena sombra y lo que parecía un buen lugar para pedir ride. 15 minutos después los 5 chicos que pedían ride nos alcanzaron y se sentaron a descansar en la sombra.
SE PUSIERON A PEDIR RIDE A UNOS METROS DELANTE DE NOSOTROS. ¿Era enserio? Como si no existiéramos, como si lo hicieran de mala manera, como queriendo ganarnos. Lo hacían ver como una competencia para ver quien conseguía ride primero. No jugué su juego. Sabía que ahora era poco —para nada— probable que nos levantaran, pues todos juntos parecíamos multitud. Carajo. El asunto es que para pedir ride tenías que salir al sol abrazador y nosotros nos turnábamos cada 20 minutos. De ellos solo salía uno, permanecía 3 minutos y se sentaba. Nosotros nos tomábamos esto enserio. Una hora y nada. Empecé a frustrarme pero de la nada, se levantaron y se fueron. ¡Que alivio! Sin ellos, tardamos 15 minutos en que nos llevaran. Yeah.
Nos dejaron a medio camino, de nuevo, a pedir ride en el sol. Es lo que hay. 20 minutos yo, nada. 20 minutos Oscar, nada. 20 minutos Ximena y bingo! Un Aveo de reciente modelo gris se para por nosotros.
—¿Para donde van? —Pregunta un señor como de 40 y tantos años, canoso.
—Para San Luis Potosí.
—Súbanse, yo también voy para allá.
—Para San Luis Potosí.
—Súbanse, yo también voy para allá.
Juan (a la izquierda) nos comentaba que trabajaba para el gobierno del estado y que no le gusta dar rides por eso de la inseguridad y que su hijo, Juan Jr. (a la derecha) lo había convencido de que regresara por nosotros —por que nos habían pasado— ya que él había pedido ride en algún punto de su vida y sabía lo que era eso. Una hora tardamos en generar confianza y luego de una platica muy interesante Juan nos invitó ir a una cantina local donde sirven unas "florecitas". Aceptamos. Llegando al lugar nos damos cuenta que es lo que la gente llama "una cantina de mala muerte". Un poco descuidada, con señores muy ebrios y "mujeres de la vida galante" bastante pasadas de edad. Pero era grandioso, nunca había estado en un lugar similar. Trajeron 5 florecitas y a darle.
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Imagen de referencia |
Era un shoot color marron con 5 licores distintos. Tequila, Mezcal, Whiskey, y quiensabequemás. solo pude darle un sorbo por que el trago era terriblemente fuerte. Yo no soy nada bueno con el alcohol y eso era una bomba para mi. De todas formas, como pude, me lo terminé...
Al salir de ahí, Juan nos llevó a dar un tour por la ciudad. Nos mostró varios puntos, entre ellos la zona más rica de la ciudad. Vaya pedazos de casas. Dijo que iba a conseguirnos donde dormir, se disculpó por no invitarnos a su casa pero no tenía por el momento, vivía en casa de un viejo amigo y debía entregar el carro al próximo día. Se quebró la cabeza pensando y llamando a varias personas por celular pero no consiguió un lugar. Preocupado, nos mandó a la plaza principal, ya que había un plantón y fácilmente podíamos dormir ahí. Nos dio su numero de teléfono por si teníamos problemas. Nos pareció un gesto muy agradable el que una persona se preocupe tanto por uno cuando ni siquiera lo conoce.
Al salir de ahí, Juan nos llevó a dar un tour por la ciudad. Nos mostró varios puntos, entre ellos la zona más rica de la ciudad. Vaya pedazos de casas. Dijo que iba a conseguirnos donde dormir, se disculpó por no invitarnos a su casa pero no tenía por el momento, vivía en casa de un viejo amigo y debía entregar el carro al próximo día. Se quebró la cabeza pensando y llamando a varias personas por celular pero no consiguió un lugar. Preocupado, nos mandó a la plaza principal, ya que había un plantón y fácilmente podíamos dormir ahí. Nos dio su numero de teléfono por si teníamos problemas. Nos pareció un gesto muy agradable el que una persona se preocupe tanto por uno cuando ni siquiera lo conoce.
Tomamos el transporte público y llegamos. Antes de todo compramos pan dulce y yogurth. La siempre confiable cena standar de un mochilero. Sentados en una banca del centro histórico contemplamos la belleza de una ciudad por la noche. Eran tan bohemia y taciturna. Los acabados de los edificios eran exquisitos y tan elegantes que bien les pude haber escrito un poema, si tan solo no fuera tan bruto en la poesía.
Nos acercamos al plantón y dialogamos con la encargada. Después de 5 minutos explicándole toda nuestra situación solo dijo "SI" y siguió con lo que estaba. Nos acomodamos donde pudimos, armamos la casa de campaña y así fue como acampamos en pleno centro histórico de San Luis Potosí. Abracé a Ximena con todas mis fuerzas y entre tanto ruido exterior, soñamos.
Extraño esa sensacion de llegar a un lugar en la noche y no tener idea donde vamos a dormir. :O
ResponderBorrarSaludos compañero. Y todavía lo que nos faltaba (y falta por recorrer)
ResponderBorrarImagínate, no llevábamos ni un mes..
BorrarNos falta mucho por recorrer aún ¡saludos Oscar! :D