Tampico (Día cero)

Después de una semana conociendo y visitando algunos lugares de Veracruz, Ximena y yo nos fuimos a Tampico para conocer a Oscar y comenzar nuestro recorrido por el país. Ximena, Oscar y yo, nos conocimos en una página de mochileros. Tuvimos la fortuna de coincidir al mismo tiempo justo cuando nuestras vidas nos aburrieron y, queriendo abandonar la rutina para escaparnos, buscábamos un pretexto. Bueno… conocernos fue el pretexto perfecto. Nos pusimos de acuerdo los tres en este viaje y después de unos meses planeándolo todo con gran entusiasmo, logramos realizarlo. 

A lo largo de este viaje conocí mucha gente que me dijo “Ijole que envidia, ojala yo pudiera hacer lo mismo que ustedes, pero no puedo…” ¿Quién dijo que no podían?

La diferencia entre nosotros que estábamos allá y ellos ahí, la única y real diferencia, fue que nosotros nos atrevimos a viajar. Tan simple como eso. 

Estando en Tampico, Oscar nos recogió en la terminal y nos llevó a su casa. Ahí conocimos a su familia. Más tarde salimos a conocer algo de Tampico y nos llevamos una grata sorpresa.

©Oscar Acevedo

Caminando por ahí, llegamos a una mirador de Iguanas a las cuales alimentaban con mangos. Me resultaba risible como no se asustaban de las personas y hasta pareciera que posaban para nosotros. Reptiles hermosos sin duda alguna.

Un poco más adelante encontramos unos pantanos, en los cuales Oscar advirtió que había cocodrilos. Yo me alarmé al saber que no había ningún tipo de protección y que si decidías adentrarte mucho y algo te pasara con un cocodrilo, era bajo tu responsabilidad. Definitivamente no me veía apareciendo en las noticias como “mochilero que antes de ser mochilero muere en ataque de cocodrilo” así que ves tú, uno se va cuidando…

©Oscar Acevedo

Afortunadamente solo nos encontramos con uno pequeño y mira tú, estaba bronceándose. Lo observamos unos minutos y nos alejamos sin molestar. Por donde sea que anduviéramos, se escuchaaban repentinos ruidos provenientes de los árboles. IGUANAS EVERYWHERE. Desde pequeñas hasta algunas realmente grandes. Las más grandes que haya visto jamás.

©Oscar Acevedo

Al final de un largo día de caminata la noche cayó y Oscar nos llevó al malecón; mi parte favorita de Tampico, confieso. Lo que tiene de particular este malecón con otros malecones es que aquí hay mapaches. Sí, MAPACHES. 

©Oscar Acevedo

Los hay por decenas y no son nada tímidos ¡al contrario! Son bastante atrevidos jaja!

©Oscar Acevedo

Tan solo tienes que acercarte a una orilla con algo comestible y se te acercan tres o cuatro esperando tu bondad. Cual gatos mimados, se comen casi cualquier cosa que les des y si te distraes, más vale que te olvides de lo que hayas traído en la mano, amigo. Nada agresivos, los mapaches del malecón de Tampico es algo que me gustó fascinó de la ciudad, pues este contacto humano-animal tan intimo me pareció inverosímil. 

©Oscar Acevedo

Todas las fotos de este articulo son de mi amigo, fotógrafo y compañero mochilero Oscar.
Caminoxlatierra.blogspot.mx  Flickr.com/photos/locolive