La ceja, Zacatecas.
En Teúl había conectado tanto con Cristy que terminó invitandonos a su comunidad. Como nos quedaba de paso a Guadalajara aceptamos la propuesta. Al siguiente día ya estábamos ahí presenciando cómo se hacen las famosísimas Gorditas de horno.
Su preparación es a base de maíz, leche, manteca y azúcar. En primera instancia podría pensarse que es un pan común, pero lo que la distingue es su sabor ya que dependiendo el lugar difiere su elaboración. En algunas partes le agregan queso, en otras piloncillo y en algunas más, canela o anís. El nombre que la denomina es bastante lógico, pues se hacen en un horno especial. Siendo este de tierra, adobe o piedra.
Fue muy interesante para mi ver como elaboraban de manera artesanal algo tan distintivo y sabroso del estado de Zacatecas. Pasamos toda la tarde hablando con los familiares de Cristy. Todo era tan tranquilo y ameno a pesar de que estas personas nos acababan de conocer. Nos ofrecían comida, agua, gorditas y quien sabe cuanto más. Hasta llegar al punto que decir "no, gracias" ya comenzaba a parecer grosero.
La noche cayó y aprovechando que yo traía mi guitarra me pidieron que tocara unas canciones. Accedí y de repente ya había una fogata y varios familiares. Me dio algo de pena pero como todo guitarrista que se respete, se deja a un lado. En unas horas ya se había acabado la botella de Mezcal y sacaron una como de 4 litros, enorme ¡y se acabó! Yo, que soy pésimo bebedor, terminé ebrio hasta más no poder cantando canciones de Los Cardenales de Nuevo León. Pero fue una noche fantástica, sin duda. De esa noche solo quedó esta foto que Cristy tomó.
Los días siguientes los tomamos para descansar y tratar de conseguir Couchsurfing en Guadalajara. En uno de esos días fuimos a escalar un cerro, porque la verdad es que en esa época estabamos en excelente condición física. A medio camino nos encontramos con varias vacas. ¿Saben? Es curioso porque descubrí ahí mismo, que les tengo un poco de miedo a esos animales. Si lo piensan un poco, son animales muy poderosos y prominentes que si quisieran pudieran ser muy peligrosos. Pero en cambio son los animales más mansos que uno se puede encontrar. Basta un sonido fuerte o aventar una piedra en su dirección para que salgan corriendo.
Terminamos en la punta de un cerro contemplando la vista. Me impresionó como no había rastro humano hasta donde mi vista podía alcanzar. Estábamos muy alto y todo lo que veía era verde. Considero que algunos lugares deberían permanecer de esta manera para siempre. En un par de décadas cuando la modernidad y la globalización alcance hasta el más recóndito rincón del planeta, solo quedarán fotos.
Camino de vuelta (y empapados por la lluvia) Cristy nos condujo hasta la Mezcalería "Tres pueblos", donde una vez más pudimos presenciar la elaboración del mezcal y el producto finalizado.
Nos sentíamos tan cómodos en casa de Cristy que (abusando de su confianza) terminamos quedandonos una semana entera. Tratábamos todos los días de encontrar un host en Guadalajara por medio de Couchsurfing pero ni uno solo (de la decena de solicitudes que mandamos) respondía de manera positiva. Y ciertamente Cristy no nos dejaba ir hasta que tuviéramos algo seguro. A mi me pareció un gesto muy bonito, pues que alguien se preocupe así por ti cuando recién te conoce es formidable.
El día llegó. Un buen samaritano nos dijo que podía recibirnos en su casa y partimos a Guadalajara. Fue duro despedirse, como suele suceder siempre que se deja a alguien que se aprecia. Pero es necesario.
Antes de partir pudimos tomar esta maravillosa foto, con Cristy, Abi y el perrito Boris.
Nunca podría olvidar a estas personas ni la amabilidad con la que nos trataron, pues sin conocernos y con todo el afán, fuimos algo más que invitados. Me llevo conmigo gratos recuerdos, divertidos momentos y una amistad a largo plazo que la distancia no puede romper. Cristy, Abi e incluso Nikii que no aparece en ninguna de las fotos, serán por siempre parte fundamental e importante de este viaje. De esta historia.
De mi vida.
Que grato es escuchar hablar del pueblito que tanto queremos y nos que nos vio crecer, incluso de las personas tan amables y sencillas como lo es MI QUINTINA (cristy), creo que no encontraste mejor companiera para el tour de la ceja, gracias por por compartir estas hermosas imagenes, ya que me hiciste recordar mi infancia.
ResponderBorrarLillian Mariscal