Día de muertos en Pátzcuaro y Janitzio, Michoacán.


Durante todo mi viaje, nunca tuve un mapa general de a donde ir. La cosa era así; estaba en un lugar y sabiendo que me iría al día siguiente abría el mapa para ver que lugar cerca de allí me interesaba conocer más y me iba. Bueno, pues Pátzcuaro es un caso especial por que siempre tuve en mente visitarlo para día de muertos. Las cosas se dieron permitiéndonos estar aquí para esas fechas.

A Patzcuaro llegamos muy cómodos a bordo de un carro Aveo de reciente modelo.


Llegamos de noche, así que terminamos en un hotel barato. Ya les digo que el clima en estas fechas (no solo en Pátzcuaro) es delicioso. Fresco y muy húmedo es, en definitiva, mi clima ideal. Al día siguiente paseábamos por la plaza Vasco de Quiroga, mayor explanada colonial de Hispanoamérica. Posee arboles de cientos de años y mansiones con portales.

Allí me encontré con un personaje curioso lleno de palomas. Le pregunté si podía tomarle una foto y accedió. Me recordó a un episodio de Hey Arnold! donde justamente hay un señor de las palomas.



Sentados en alguna banca por ahí, un hombre nos hablo preguntándonos por su amigo, a lo que respondimos que nunca lo habíamos visto. Hicimos platica con él y así fue como descubrimos a Walter Boateng, un hondureño que tenía años de andar rondando por México por mero placer. El tocaba un Yembe que es un instrumento de percusión parecido a un bongo, pero más grande. Él se encargó de conseguirnos un cuarto en renta para los cuatro. Pagábamos (los cuatro) algo así como $170 pesos por día, muy económico. El cuarto en cuestión solo tenía una cama (en muy mal estado) y dos cuartos de 4x4. Ademas el techo goteaba.

Ahí pasamos 4 noches.




Patzcuaro significa Puerta del cielo y fue fundado en el año 1300. Antes de la llegada de los españoles.  Lo particular de los pueblos mágicos de Michoacán es que sus casas son solo de dos colores; blanco en la parte superior y rojo en la inferior. Resulta por demás curioso por que el patrón se repite en casi todos los pueblos mágicos. El techo de teja no hace más que agrandar la belleza coloquial.






No resulta extraño encontrarse de repente un baile folclórico a mitad de la calle ya que en estas fechas todo es baile. Otra anécdota que me gustaría agregar es las veces que escuché la canción "Caminos de michoacán". Sin exagerar más de tres veces por día, al menos. 






Una noche tuve algunas diferencias con Ximena y al no poder dormir, salí con mi guitarra a caminar por el pueblo. Era media noche. Recuerdo que hacía frío, me senté en una baqueta y me dispuse a tocar la guitarra para despejar la mente. No tocaba nada en especial, ni siquiera cantaba solo estaba calentando los dedos. De repente se me acerca una persona y me regala $10 pesos. "Para que te eches un café carnal", dijo. Agradecí y seguía despejando mi mente. En más o menos una hora había juntado $50 pesos y sin siquiera tocar. Solo por estar ahí.

Comprendí lo bondadosa que es la gente en este tipo de lugares. Hasta me pareció que entendían, de alguna manera, al artista urbano. Lo apreciaban.




JANITZIO

Por fin era 1 de noviembre y más contento no podía estar. Esperé pacientemente la noche para poder partir en barco hacia la Isla Janitzio. El boleto me costó alrededor de $50 pesos y la travesía duró cerca de 40 minutos. 




Janitzio significa en purépecha "Flor de trigo o maíz". Cabe resaltar la inmensa cantidad de gente que acude a esta pequeña isla en esta noche. Por poco y nos quedamos sin boleto. Al llegar puedes apreciar como el pueblo cobra vida desde cualquiera de sus rincones. Por ahí, nos encontramos con una ceremonia previa a la velación de noche de muertos. Solo para más tarde poder presenciar la tradicional ceremonia de la pesca, donde lugareños muestran a manera de danza, como es su proceso de recolección. 
Qué folclor.




Si ya es media noche ¡debes apurarte! El cementerio en esta isla es demasiado pequeño y las filas para poder entrar son interminables pues como ya comenté, la cantidad de personas que hay es inaudita. Recuerdo haberme quedado atrapado a mitad del cementerio en la fila ¡por 30 minutos! No puedes salir en ninguna dirección por que es una falta de respeto pasar por encima de las lapidas. 



Se dice que los muertos visitan a sus familiares en la madrugada del 2 de noviembre, por eso la celebración y la fiesta. Para recibirlos se prepara un altar en el cual se coloca los alimentos favoritos de la persona. El cempasuchil se dice, guía el camino de las almas hasta su altar.



 El primero de noviembre se celebra a los "muertos chiquitos" para el segundo celebrar a los "muertos grandes". La tradición se remonta mucho antes de la llegada de los españoles a América, pues era practicada por los Mexicas, Mayas y Purépechas. Estos últimos dominaron la región de Michoacán por muchos años. 



En en 2003 la UNESCO dio el titulo de "Patrimonio de la humanidad" al día de muertos. La película mexicana "Macario" está ambientada en esta fecha, siendo nominada en 1960 como "mejor película extranjera". 


Para concluir, puedo decir que fue un gustazo haber estado en Michoacán para estas fechas. Nunca había vivido esta tradición fuera de mi natal Veracruz y por eso creo que al ver y sentir la importancia que le ponen, me resultó tan gratificante y enriquecedor. Acrecentó mi identidad como Mexicano al acercarme tanto a mis raíces. 

Fuera de cualquier esquema social, el día de muertos, como tal, debería durar siglos y siglos. Creo que no existe en el mundo algo parecido. Por que nosotros los mexicanos no olvidamos a nuestros muertos. Ni lo haremos.


No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.