Museo de José Alfredo Jiménez | Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Con dinero o sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley.
No tengo trono ni reina ni nadie que me comprenda pero sigo siendo...
El rey.
Lo sé yo, lo saben ustedes y lo sabe el creador. Esto era inevitable, tenía que escribir más sobre José Alfredo. Y es que estando en Dolores, un lugar en el que nunca había pensado estar, era totalmente obligatorio visitar la casa donde nació mi ídolo.
José Alfredo Jiménez Sandoval nació en Dolores Hidalgo allá por 1926. Viviría en ese pueblo hasta los ocho años, edad en la que se mudaría a la ciudad de México donde comenzaría a escribir sus propias canciones. Una tras otra. Es en este periodo cuando le ponen el sobrenombre de "Fello".
Una parte de su niñez y gran parte de su adolescencia la pasó mal económicamente, pues su madre tenía una tienda que quebró y él tuvo que buscar trabajo para ayudar en casa. Quien diría que este gran intérprete buscaría la manera de subsistir jugando al fútbol. José fue portero del equipo Marte y Oviedos, ambos de primera división. Nada mal.
Mientras era mesero, fue descubierto por uno de los mayores (si no el mayor) exponentes del son jarocho de la época; Andrés Huesca. Este sujeto puede alardear de haber sido el primero en grabar a José, siendo estas grabaciones "Cuando el destino" y "Yo".
Esas grabaciones terminaron cayendo en las estaciones de radio XEX-AM y XEW-AM. A partir de aquí la fama llegaría a raudales y sería conocido en todo el mundo como José Alfredo Jiménez.
Su gran amor siempre sería Paloma Gálvez, a quien le pediría matrimonio cantándole una canción que creó específicamente para ella; Paloma querida. Tuvieron dos hijos.
Es bien sabido que el alcohol era el mayor vicio de José, pero había otro que le competía a la par. Las mujeres. Se dice que para enamorarlas les componía canciones. Entre ellas figuran "Si nos dejan" dedicada a Irma Serrano, la tigresa (sé lo que piensan, pero cuando era joven era muy guapa). "Ella" para Cristina Fernández, "amanecí en tus brazos" para Lucha Villa y "te solté la rienda" para su último amor, Alicia Juárez.
Ya con renombre en todo el país y latinoamérica, era poseedor de innumerables sobrenombres. El embajador de la música ranchera mexicana, El As de la música ranchera, El hijo del pueblo y El patrono de las cantinas.
Dentro del museo se pueden encontrar algunos artículos y lugares interesantes de José Alfredo, como el traje que siempre usaba, la cocina de la época y un telégrafo de los que frecuentaba mandar a Paloma. Hoy por hoy vale oro.
Un poster de 1972, donde lo más curioso es ver cómo presentan al Gran divo de Juárez; la "sensación del momento", sin saber que llegaría a ser tan talentoso y famoso como lo fue José Alfredo Jiménez.
En el patio de la casa se puede encontrar una de sus frases más célebres grabadas en un libro abierto. Así como una estatua de su rostro en la que no pude evitar tomarme una foto.
La presentación del museo, la calidad de las imágenes, la manera en que las exponían y su historia resumida de manera mágnifica, son algo que destacar del lugar. Realmente siento que valió la pena pagar los $50 pesos que cuesta la entrada. Muy pulcro y muy llamativo todo el lugar.
En 1973, ciudad de México, la vida de este gran personaje se extinguiría debido a una cirrosis hepática que traía arrastrando años atrás. Lo mató su gran amor, el alcohol.
La foto debajo fue la última presentación que tuvo en televisión antes de caer en cama y fallecer. En aquella ocasión cantó "Gracias", dedicada al pueblo Mexicano por haberle dado todo lo que un ser humano es capaz de anhelar.
La foto debajo fue la última presentación que tuvo en televisión antes de caer en cama y fallecer. En aquella ocasión cantó "Gracias", dedicada al pueblo Mexicano por haberle dado todo lo que un ser humano es capaz de anhelar.
Pareciera que él sabía su final y se estaba despidiendo...
José siempre espetó que no quería ser enterrado en un lugar lejano y lujoso como todos los grandes artistas, no. Él quería ser sepultado en Dolores Hidalgo y él mismo escogió su epitafio "No vale nada la vida. José Alfredo Jimenez".
Así termina. Si alguna vez llegan a caer por Dolores Hidalgo es MENESTER visitar el museo de José Alfredo Jimenez. No importa si te gusta la música ranchera o no, el simple hecho de haber aportado tanto a nuestra cultura mexicana, es alguien digno de conocer e investigar.
"Ahí nomas tras lomita se ve Dolores Hidalgo
yo allí me quedo paisano, ahí es mi pueblo adorado."
Un excelente compositor e intérprete. Gran exponente de nuestra música mexicana en todo el mundo!
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