Huichapan, Hidalgo.



Kilómetros recorridos hasta este punto: 4,427.1 km 
Pueblos mágicos visitados: 17 pueblos.
Estados de la república visitados: 11 estados.

Pasaron muchas cosas para llegar a Huichapan. Empecemos por el principio.

Después de escalar el Volcán Paricutín regresamos a Morelia donde tuvimos otro buen tiempo con los chicos de Couchsurfing Morelia. Después partimos rumbo a Acámbaro de donde es oriunda Ximena. Pasamos un par de días allí para partir de nuevo ahora hacía Los Azufres, donde eventos fortuitos del destino no nos permitieron llegar hasta allá y en su lugar, quedamos varados en algún lugar de la carretera. 

Improvisando, nos dirigimos hacia unos cerros que divisamos a la distancia. Encontramos un buen lugar cerca de un río y allí acampamos. Hicimos una fogata mientras conversamos largo rato tumbados en una cobija mirando las estrellas titilar. En lo personal esa experiencia fue mucho más satisfactoria que haber ido a Los azufres. La sensación de sentirse indefenso en un lugar desconocido y usar la cabeza para resolver tu problema; es de lo más gratificante.



Muy temprano recogimos las cosas y cambiamos nuestra ruta. Ahora iríamos a El Oro. Como en muchas ocasiones en el viaje, no sabíamos nada del lugar al que íbamos pero eso era lo emocionante; no saber que esperar. Ya en El oro, tuvimos que buscar donde dormir. Caminando por el pueblo encontramos un campo de baseball el cual terminó siendo nuestro lugar para acampar. Era mediados de noviembre y el frío comenzaba a calar. No ibamos preparados con grandes abrigos por lo que para calentarnos fuimos a un café a un lado del gran vagón que adorna el pueblo. Ojala hubiera tomado más fotos.

El oro es especial para mi por que aquí fue la ultima vez que vi a mi mochilera cósmica, Ximena. Aquí terminó su viaje con nosotros. Ella regresaba con su familia, la cual estaba en México de vacaciones y podría aprovechar el "ride" para cuando regresaran a EUA. Despedirla en aquel camión fue terrible. Con lagrimas en los ojos la veía tirarme besos a través de esa opaca ventanilla del autobús. Nunca imaginaría que ese preciso momento sería la ultima vez que vería a Ximena. Nunca es fácil ver partir a la mujer que amas y mucho menos cuando has compartido con ella tantos viajes y conocido tantas personas. Pero así es la vida amigos. Se llama vivir.

Estas fueron las ultimas fotos que tomé con ella. Donde quiera que estés Momito, y si estás leyendo esto, espero que estés viajando a los lugares más asombrosos del planeta. 




Pero el show debe continuar, dijo alguna vez Freddie Mercury. Con un hoyo en  el corazón y mis piernas en perfectas condiciones, Oscar y yo decidimos partir hacia Huichapan. La carretera siempre ha ofrecido incontables emociones. 




El siguiente ride que tomamos nos desvió un poco del camino pero aún había tiempo. Caminamos cruzando un pueblo llamado Acambay y una ves a las afueras pusimos nuestras mochilas en el suelo. Les prometo que no pasó ni un minuto cuando un camión que transportaba metales compactados (como los que hace Wall-E)  se detuvo por nosotros. No recuerdo su nombre ahora pero un buen sujeto.  Estaba un poco loco y era muy gracioso pero definitivamente se le sentía una buena vibra. Nos  dejó cerca de San Juan del Río, donde en un puesto pequeñito se detuvo y nos invitó unos refrescos Lulú.


La noche estaba por caer y nosotros estábamos lejos de Huichapan por lo que de nuevo, tuvimos que improvisar. Caminos por un rato hasta que nos adentramos al monte con la esperanza de encontrar un buen lugar para acampar. Y lo conseguimos.



Antes de las 10 de la mañana ya estábamos en Huichapan. Estaba muy emocionado por que ya estaba en otro estado y en otro pueblo mágico. Mi disposición para explorarlo era tan alta como el cielo. 

Desde ya les digo que recorrer este pueblo es un deleite. Sus casonas de estilo virreinales, algunas con marcos de madera muy ostentosas y sus calles empedradas, no hacen si no agradar tu pupila. El clima templado aunado a una tranquilidad pueblerina hacen de Huichapan un lugar digno de visitar. Huichapan significa en Nahuatl "Río de los sauces". 



Hay un museo espectacular acerca de la independencia de México en donde hay un montón de textos y artefactos interesantes. Lo que más llamó mi atención fue la replica de la campana con la que Miguel Hidalgo inició la independencia. Díganme que no es hermosa.



También visité la Parroquia de San Mateo Apostol, de la tercera orden, de nuestra señora de Guadalupe y El Chapitel.  Los acabados en la arquitectura no son tan majestuosos ni detallados como por ejemplo en las catedrales de San Luis Potosí o Zacatecas pero aún así poseen cierta belleza. Uno fácilmente se puede quedar contemplándolas tratando de imaginar que pensaron o trataban de expresar al hacerlas.




Leí por ahí que en este lugar se encontraban los arcos más altos del mundo en su tipo. Por supuesto que no podía perdérmelos. Como quedaban cerca tomamos un camioncito que nos dejó en la entrada pero aún debíamos caminar unos kilómetros...



Recuerdo pensar estar perdido pues no veíamos nada. Si son tan grandes ¿Por qué no los veo? pensé. Luego de un rato llegamos al lugar y  pude ver. Los arcos no se veían a la distancia por que están sobre el suelo. 




La historia del acueducto es muy larga pero trataré de resumirla. Un señor quería pasar ganado de una colina a la otra pero tenía la "pequeña" inconveniencia de tener un barranco entre ellos. Entonces contrató a un arquitecto y constructor para hacer un acueducto que le permitiera pasar su ganado sin riesgo alguno.  El arquitecto era muy bueno en lo que hacía y para evitar que los animales cayeran de la estructura lo hizo angosto, de tal manera que el ganado pudiera entrar en fila y uno por uno. ¿Y si van corriendo y  se caen?  Este diseñó dos esquinas con las cuales frenaba el ganado y de esa manera reduciría al mínimo el riesgo. ¿Verdad que es muy inteligente?




Como en todo lugar de México donde haya algo bonito para ver.. no es gratis. En el lugar se encontraba un señor que nos ofreció un tour. Le dijimos que no teníamos mucho dinero así que solo veníamos a conocer. Nos pidió una "cooperación" para el mantenimiento del lugar y nos rehusamos pero este alegó que de alguna forma debíamos pagar algo. Como nunca me ha gustado discutir en este tipo de cosas, accedimos a el tour "la cueva misteriosa". 

En dicha cueva, aparentemente hay estructuras que forman figuras. Una virgen rezando, elefantes y caras son algunas de las particularidades que puedes encontrar. Me es menester mencionar que se ha de tener mucha imaginación para realmente ver cosas en esta cueva. También me resultó extraña la energía que se sentía. No era buena ni mala, solo extraña. Según el guía, la cueva estaba diseñada de tal manera que no importaba la hora del día, siempre había luz dentro. Y eso si se me hizo de lo más interesante, por que parecía cierto.





Debajo de los arcos había un bonito barranco el cual me daba mucha curiosidad y no se sació hasta bajar y caminarlo. Era como un pequeño edén con un pequeño arroyo que por cierto, estaba todo contaminado. Me pareció un lugar perfecto para acampar pero el problema no era bajar hasta allá con la mochila si no como subir al día siguiente. Así que quedó descartado. 



Cayendo la tarde conocimos a unas personas de Querétaro quienes nos invitaron comida y una muy buena platica. La noche cayó y sin nadie en el lugar acampamos cerca de los arcos. Recuerdo que había mosquitos y se me hizo algo bien extraño. No sabía que hubiera mosquitos en Hidalgo. 

Justo antes de quedar dormido unos ruidos extraños en la maleza nos despertaron. Bastante asustado prendí la lampara del celular, pensé que era una serpiente o algo peor pero no era más que un pequeño lagarto. Sin molestarlo regresé a mi casita y me acosté pensando en lo vulnerable que se está a la intemperie. Uno no se puede quejar, después de todo, no somos sino invitados en su casa.  



Gracias por leer.

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